El Inpec impidió audiencia contra el exsenador Eduardo Pulgar ante la Procuraduría General de la Nación
El camarón de Pulgar le tocará a Margarita Cabello, nueva Procuradora General de la Nación, cosas de la vida, será su amiga quien en derecho lo destituya e inhabilite.
La audiencia de juzgamiento disciplinario contra el senador Eduardo Enrique Pulgar Daza, que estaba programada para este viernes 8 de enero de 2021, fue suspendida por solicitud del Instituto Nacional Penitenciario (Inpec). Desde la cárcel La Picota, donde se encuentra recluido el funcionario, el Inpec pidió la reprogramación de la diligencia que había ordenado la Procuraduría desde agosto de 2020, por razones logísticas.
“Se tiene programado para ese día un mantenimiento de línea de red y configuración de equipos nuevos de cómputo, esto con el fin de garantizar el buen funcionamiento de los mismos, dado que está próximo el inicio de actividades virtuales con personas privadas de la libertad, recluidas en el patio donde se encuentra el señor Pulgar Daza”, explicó el instituto a través de un correo electrónico enviado el pasado miércoles 6 de enero al despacho.
Cosas y coincidencias de la vida, los equipos de cómputos del Inpec en ‘La Picota’ estaban programados para mantenimiento en lo que respecta a la red de internet, pero no habían alternativas desde un aparato móvil del cual se podía conectar el señor Pulgar y su abogado pudo utilizar los mismos medios, pero no había habido nadie que financiara estos mantenimientos y e habría tocado al señor Pulgar al parecer cubrir estos costos como apoyo a la institución, que buen corazón y espíritu de colaboración del exsenador Eduardo Pulgar Daza, que con estas actitudes se gana el cariño de la guardia y por ende del director.
En tal sentido al reprogramar la audiencia le tocaría el turno a la nueva Procuradora General de la Nación, Margarita Cabello, de culminar este proceso disciplinario contra su amigo Eduardo Pulgar Daza, y con el dolor de su alma e impartiendo justicia tendrá que destituirlo e inhabilitarlo, por la contundencia de las pruebas allegadas al proceso.