Karen Abudinen, la Madre Teresa de Calcuta, ahora se quiere victimizar del contrato Centros Poblados
La exministra Karen Abudinen, o mejor la Madre Teresa de Calcula, ahora quiere lavar todos su pecados haciéndose pasar como víctima, cuando ella es la mayor responsable del desfalco al Ministerio de la Información y las Comunicaciones, mediante el contrato con la UT Centros Poblados, y tendrá que responder penal y disciplinariamente.
La ex ministra de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, Karen Abudinen, quiere salirse de las investigaciones de la Fiscalía General de la Nación, encarnada en la Madre Teresa de Calcuta, cuando ella tiene toda la responsabilidad penal por haber suscrito el contrato con la UT Centros Poblados a la cual les entregó 70 mil millones de pesos por concepto de anticipo.
Madre Teresa, ningún contrato se otorga por meritocracia, todos están direccionados hacia un contratista en especial o una fuerza política de gobierno, porque así se maneja el sistema en materia contractual de ahí el enorme grado de corrupción en la administración de estos recursos.
La exministra está creída que con solicitar que se declare victima va a evadir su responsabilidad jurídica, ya sea en lo penal como en lo disciplinario, porque ella sabía con plenitud hacia donde iba direccionada esa contratación y eso la hace responsable penalmente por no resguardar los dineros del Estado.
Ella sabía y de seguro había delegado ese tipo de responsabilidades para no verse inmiscuida directamente y blindarse por si cualquier investigación, que por cierto dio con la captura de Emilio Tapias, Luis Fernando Duque y Juan Laverde, pero tiene que haber un cerebro mucho más cercano a la clase política que manejaría los recursos de este contrato y de los cuales habían enviado cerca de 58 mil millones a cuentas extranjeras a reposar en paraísos fiscales.
Pero tarde que temprano alguien de los autores intelectuales o materiales hablará para negociar una sentencia condenatoria y el resto de los participes de este robo quedarán ante la opinión pública en evidencia como responsables de la contratación millonaria con la UT Centros Poblados y tendrán que pagar con cárcel su responsabilidad penal.
La exministra de igual forma tenía que saber quienes manejarían esos dineros y las coimas a entregar por ese contrato y los personajes que participarían en este desfalco y los porcentajes que les tocaría a cada uno de los actores de estos delitos contra la contratación estatal y la administración pública.
La Madre Teresa de Calcuta, o mejor Karen Abudinen, en su momento tendrá que ser llamada a interrogatorio porque de seguro cualquiera de los hoy privados de la libertad la desenmascara y cada quien responderá por su participación en esta contratación que vulnera todos los preceptos legales y constitucionales.