Los incumplimientos del acuerdo de paz, según Iván Márquez y otros ex jefes guerrilleros
El ex negociador de las Farc y otros ex jefes guerrilleros, hoy con paradero desconocido, acusan al Estado de incumplir lo pactado y dicen que la extradición del ex jefe guerrillero, Jesús Santrich, sería el fracaso de la paz.
“Lo que hoy llaman Acuerdo de Paz no es el convenido por las partes en La Habana. Es un horroroso frankenstein santanderista. Comparémoslo con el texto del Acuerdo del 24 de noviembre de 2016 refrendado por el Congreso de la República y podremos constatar que le cercenaron el alma y cambiaron su esencia por obra y gracia de la interpretación jurisprudencia, la implementación legislativa y la perfidia del Estado”.
Es uno de los apartes de la dura carta que un grupo de ex comandantes guerrilleros le envió a Jesús Santrich, detenido desde hace más de seis meses acusado por narcotráfico y en lista de espera de extradición hacia Estados Unidos, en la que, además de expresarle su solidaridad, advierten que si dicha extradición se concreta significará “el fracaso irremediable de la paz”.
Se trata de un documento que, sin duda, debe asumirse como un corte de cuentas al Estado, a pocos días de cumplirse dos años de la firma del Acuerdo del Teatro Colón —el definitivo—, por parte de aquellos ex jefes guerrilleros que más han expresado su inconformismo con la manera como se ha desarrollado la implementación de lo pactado.
Entre ellos Iván Márquez, el jefe negociador de las Farc en Cuba y de quien no se conoce actualmente su paradero, además de Óscar Montero, El Paisa; Aldinéver Morantes, Edinson Romaña, Albeiro Córdoba, Iván Alí, Enrique Marulanda, Iván Merchán y Rusbel Ramírez, entre otros. “Poco a poco se están cayendo las mentiras del fiscal Martínez. Si no hay pruebas contra ti, deben aplicarte el principio de favorabilidad produciendo tu excarcelación inmediata”, dicen.
Márquez y los otros ex comandantes guerrilleros —cuyo paradero se desconoce, pues decidieron mantenerse alejados por lo que ellos denominan inseguridad jurídica y miedo a ser asesinados— critican el papel de Estados Unidos y de su embajador en Colombia, Kevin Whitaker, pues aseguran que han interferido en el cumplimiento de lo acordado: “El proceso soporta hoy presiones infernales de gente muy poderosa implicada en la violencia, que emitió órdenes a la Fuerza Pública que terminaron victimizando a millones de seres humanos, gente acostumbrada a la impunidad y a las tinieblas, que le aterra el sol de la verdad y que por eso prefiere el caos para enterrar la ilusión seráfica de ver a Colombia trazando su futuro a partir del Acuerdo de Paz”, agregan en la misiva.