Será peor el remedio que la enfermedad al judicializar a quien viole la cuarentena
Tras de que las cárceles están hacinadas y el contagio es evidente, ahora pretenden privar de la libertad a quienes no tienen con que trabajar para alimentar a sus familias, que tal…
La clase política antisocial que tienen todas las comodidades para permanecer en sus casas ahora pretenden ser los salvadores de la patria a costas del coronavirus impartiendo decisiones que solo afectan a los más humildes de la región que no tienen con que trabajar para mantener a sus familias y que viven del día a día, es decir, son los trabajadores informales a los que van a llevar a un sitio privados de la libertad y que seguramente serán condenados porque si no tienen para comer menos para pagar un abogado.
Seguramente habrán protestas por estas medidas antipopulares cuando el estado no está en capacidad de solventar la situación de los más vulnerables del Atlántico y que están convirtiendo a la gente menos favorecida en mendigos.
En vez de una solución será otra medida de contagio porque al aglomerar tanta gente en un solo sitio el contagio será evidente y será responsabilidad del Estado las muertes que puedan causarse con esta medida desobligante y autoritaria de las autoridades en el Atlántico, en cabeza de la señorita Elsa Noguera y el ‘Puma’ quienes dominan las decisiones de las pulgas del área metropolitana que solo saben decir si a todo lo que la señorita les ordena.
Que tristeza que los alcaldes de los municipios en su mayoría están sirviendo es de parlantes del departamento no son capaces de crear políticas propias en sus localidades para contrarrestar la enfermedad, sino que necesitan de que les tracen directrices porque son incompetentes y faltos de iniciativas no les queda otro camino que ser borregos de quienes toman las decisiones en el Atlántico para favorecer con contratos a sus amigos tutores quienes los eligieron para que obedezcan y cumplan con sus caprichosos de poder económico y político.
Pero será el pueblo quien alzara su voz para no permitir ser sometidos a los bejamenes de la clase política del Atlántico y del pueblo nadie se debe burlar.