Soledad está vuelta una basura gracias a la clase política que nos gobierna y condenados a convivir con la misma basura que regirá su destino por cuatro años
Esta es la suerte de Soledad, y la mala decisión política, seguir siendo gobernada por basuras y lo peor convivir en medio de la basuras.
Como dice el viejo adagio popular “al que no le gusta el peto se le dan dos vasos”, esto para referirnos a la ignorancia de un pueblo masoquista que le están sacando la plata de los bolsillos y todavía no se han dado cuenta, tan complicado es el letargo que no han despertado de la ola tan inmensa de basura que recae sobre sus hombros y el grado de contaminación que produce tanta basura en cada esquina o en cada rincón de Soledad, que hasta los indigentes duermen y reposan en ella creando tantos anticuerpos que ni las uñas se les infectan o contaminan.
El pueblo soledeño no ha entendido o no quiso ver la cantidad de basura en el gobierno de Rodolfo Ucrós Rosales, que hasta dos secretarios despacho como la secretaria general, Amalfi Gaviria Ramos, y el secretario de gestión social, Deiver Conrado Niebles, estaban tan impregnados de tanta basura que la Procuraduría Ambiental o General los destituyó e inhabilitó por 8 años.
Y lo más grave es que las autoridades ambientales no han podido identificar toda la basura que hay en la Secretaría de Educación, de salud, en el Hospital Materno Infantil, en los cementerios, en la contratación de la administración central, en salud pública, en las concesiones, en los bienes del municipio, en fin es tanta la podredumbre que ya los gusanos están inmunizados tanto los del gobierno central como los del concejo e incluso ese olor fétido llega hasta la Asamblea del Atlántico, donde hay algunos gusanos bien contaminados a punto de reventar de tanta contaminación.
Y el pueblo contento porque tendrán cuatro años más de la misma basura y lo peor regada en cada rincón de Soledad, pasando por encima de todas las autoridades e incluso las ambientales que son las que controlan los basureros de cielo abierto y ahora son muy comunes en cualquier esquina.
Un ejemplo de toda esta basura logramos identificarla en una esquina que colinda por un lado con la Clínica Adela de Char y por el otro lado con la Olímpica de ese sector, que vergüenza pública debería darles por mantener un basurero de cielo abierto cerca a sus establecimientos, uno un centro de salud y el otro un centro de acopio de comidas, y las moscas felices en medio de tanta basura en Soledad, tanto políticas, como administrativas y ambientales, pero bueno esa es la suerte que nos merecemos por ser ignorantes y masoquistas.