Uribe estaría declarando objetivo político y militar a Petro con su alerta “ojo con el 22”

Sin lugar a dudas el discurso político de Álvaro Uribe Vélez tiene un solo fin y es alertar al país sobre la candidatura de Gustavo Petro a la presidencia debido a que no hay reelección presidencial para que Duque siga en el poder.

Sin lugar a dudas la mayor preocupación del Centro Democrático con su máximo líder Álvaro Uribe Vélez, es que Gustavo Petro sea el presidente de Colombia por lo que no hay reelección de Duque para poder mantenerlo en el poder y hacer uso de su buen hacer y entender de los organismos judiciales.

Claro que es de gran preocupación porque sin el dominio del ejecutivo y el poder judicial sus fuerzas de poder serán disminuidas y ya no podría tener injerencias ante las decisiones de Estado y en el aparto judicial.

El expresidente Álvaro Uribe Vélez, mostró su temor porque fuerzas políticas minoritarias pero de gran opinión estén cerca de asumir el poder del Estado, en el que han recurrido los grandes monopolios políticos y económicos del país.

Fuerzas alternativas en una gran alianza política podría asumir el poder en las próximas elecciones presidenciales, pero también existe un riesgo de seguridad que podría terminar en una lucha o guerra por el poder y se podrían utilizar la plataforma del Estado y de fuerzas al margen de la ley para atentar contra quien se convierta en un riesgo para el poder que ostenta hoy la estrena derecha con el fin de aniquilar toda fuerza que se oponga a los grandes monopolios económicos y políticos del país.

“Ojo con el 22” y ese 22 es hoy Gustavo Petro Urrego, con esto lo está colocando desde ya en riesgo y lo está victimizando, a nuestro saber y entender le está colocando la lápida y señalándolo como la piedra en el camino a quitar, prácticamente lo está marcando como objetivo político y militar.

Igual sentencia marcó contra los señores de las Farc, hoy constituidos en partido político, al señalar su intención de acabar con la JEP, y con esto poder utilizar la estructura del Estado para extraditar a los señores de las Farc, y con esto retomar una vez más la lucha armada para defender sus ideales políticos y por ende sus vidas, muy a pesar de haberse superado ese capitulo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC-EP).